RECUPERANDO BUENAS COSTUMBRES
Que difícil es a veces recuperar las buenas costumbres. Pues una de esas costumbres era escribir en una libreta, de estas pequeñas que metes en cualquier bolsillo, aquellos pensamientos que iba desarrollando poco a poco... La última libreta la he dejado abandonada en un cajón, esos pensamientos, esos sentimientos y esos hilos a medio tejer no tienen continuación ni forma de sacarlos adelante, pues muchos son incoherentes e incompatibles con mi forma de ser actual.
Durante un tiempo no lleve libreta, ni ganas que tenía de ponerme a escribir, así que me sigo poniendo al día. Ahora me he agenciado una libreta nueva para escribir y de momento está en blanco, pero espero que en un tiempo empiece a tener vida. Pero es muy difícil volver a esa costumbre, ando oxidada y además, como hacía antes, metida en camisas de once varas que espero sirvan para algo y más ahora que me he quedado en paro como tantos otros españoles de bien.
En realidad ya voy por los catorce meses de paro y me empiezo a desesperar, en los últimos meses he hecho alguna entrevista pero nada más. Es más en algunos sitios me han comentado que tengo demasiada experiencia laboral y el colmo de los colmos que soy demasiado mayor.¿Perdón, mayor? Pero vamos que mayor no es que sea que, literalmente, acabo de cumplir 32 años.
Lo cierto es que sigo en la tienda, pero con media jornada y cobrando 400€ no vive nadie, y me pongo a buscar y realmente no se que hacer con mi vida aparte de trabajar en un laboratorio de imagen restaurando fotografías antiguas, revelando y editando. En los últimos tiempos pienso que sería capaz de llevar un negocio de fotografía como en el que estoy, al fin y a la postre hago las mismas funciones que un encargado sin serlo, pero luego me entra el bajón al recordar que estoy más tiesa que la mojama y para eso hace falta pasta. También me he dado cuenta que no me apetece tratar con la gente, que estoy muy harta de estar cara al público aguantado gente, que si que hay clientes muy majos a los que les das todo lo que quieren pero hay otros... dejémoslo en que hay mucho bicho que se piensa que sabe mejor que tú de lo que está hablando, cuando llevas casi desde que tienes memoria estudiando fotografía y revelando y haces eso por lo que te dice que eres un inútil todos los días.
Así que por lo que a mi respecta yo encantada de trabajar en un laboratorio y tener que pelearme con los fotógrafos o los químicos de revelado o con fotografías que se caigan a pedazos, pero no me apetece nada tratar con los clientes y menos con aquellos que te tratan como si fueras un don nadie por que estas de cara al público, los que estéis de cara al público seguro que lo entendéis. No me importa encerrarme en un estudio horas con un niño y hacer mi trabajo lo mejor posible, me encanta buscar la perfección en mis trabajos, en todos los que hago.
Buscaba la perfección cuando trabajaba de camarera y la sigo buscando en cualquier cosa que hago, aún sabiendo que no existe me doy el gustazo de dar todo lo que puedo en lo que hago y que mis clientes se vayan satisfechos, ya sea después de darles un servicio de comida o después de entregar una restauración de una foto antigua o un fotomontaje con las fotos que se han hecho con el móvil o han bajado de Facebook o se han enviado por whatsapp, a pesar de la limitaciones que hay todavía.
Espero que mi búsqueda de empleo de frutos en algún momento de los próximos meses, os iré informando desde aquí, pero si os enteráis de algo... siempre podéis dejar un comentario. Cierto estoy muy desesperada por trabajar otra vez.
Desde su rincón del ciberespacio:
Airam, el Ángel Nocturno
