VIAJANDO POR LA VIDA
En sus viajes por la vida y sus multiples etapas habia aprendido a llevarse recuerdos y a comprenderse a si misma y sus emociones.
Aquel viernes se acababa de levantar de la cama, volvia a estar enferma y sabia por que. No tenia nada que justificara que estuviera enferma, solo psicosomatizaba lo mal que se sentia realizando uno de sus trabajos.
A lo largo de los años habia aprendido a confiar en ciertas personas, Marcos era una de ellas. Ahora volvia a estar en la ciudad y habian estado hablando por telefono durante largo rato, bueno Marcos hablaba y ella escuchaba, pues casi no podia hablar.
Le conto de sus ultimos viajes, de su novia tailandesa que se habia quedado alli... Y ella penso que en los viajes de su vida habia conseguido una mascota: Un duende protector de los vientos y las aguas, de la naturaleza. Ese duende era su protector, se lo habia encontrado viajando por el lado oscuro de su vida y sus vivencias y habia sido su guia.
Ella misma era a veces un duende y otras un angel caido. Marcos asi se lo habia dicho esa noche. Tambien le dijo que echaba de menos en sus viajes a alguien como ella que se emocionara por las cosas mas absurdas y las mas bonitas, las mas tiernas, alguien capaz de encontrar la belleza en los rincones mas sordidos del planeta y el alma humana. Le recordo uno de sus viajes, ya tan lejanos en el tiempo, a la ciudad de Nueva York donde habia sido capaz de encontrar belleza en un amasijo de hierros en el Brons. Juntos habian viajado, arriesgado, ganado, perdido, llorado... Habian vivido cuando ella estaba muerta en vida... Hablando con Marcos descubrio que, aunque volvia a estar viva estaba encerrada en algo que no la gustaba. Despacio mientras intentaba conciliar el sueño despues de charlar con su amigo, descubrio que le gustanban los trabajos donde podia mirar la calle y ver la vida, en los que podia patear Madrid o conocer a sus gentes, descubrir los rincones de la ciudad.
Llevaba varias noches en blanco Se dormia recordando el descansa bien al otro lado del telefono y se despertaba en mitad de la noche sobresaltada, cuando volvia a conciliar el sueño, su mente febril casi no descansaba. El despertador sonaba dolorosamente a las 6,30 de la mañana y a ella le costaba levantarse. Tardaba un rato en poder ponerse en marcha y al igual que por las noches miraba el techo de la habitacion mientras tenia la sensacion de que estaba perdiendo todo, de que se lo quitaban de nuevo.
La mente humana tiene tendencia a divagar y la suya divagaba en senderos que no le gustaban. Empezaba a pensar que el buhito se habia cansado de ella, y que se pasaria la vida entre telefonos hablando con enfermos, encerrada en una casa que empezaba a quedarle grande sin avanzar.
Ya no sabia si sus pensamientos eran producto de su imaginacion ceniza, o es que eran reales.
Si hubiera podido hacerlo se habria echado la camara al cuello y se habria tirado meses haciendo fotos por Madrid.
Pasaba el dia deseando que llegara el momento de ir a su tiendecita con sus fotos y sus niños, con sus restauraciones y al llegar a casa se le derrumbaba encima. No tenia ganas de nada excepto, tal vez, dormir hasta que llegara el sabado para poder tener a su buhito al lado.
Ya no tenia ganas de ir al cine, ni al teatro. No visitaba exposiciones, casi no escuchaba musica por que nunca estaba de humor, y poco a poco iba perdiendo el gusto por la lectura.
¿Seria eso una depresion nerviosa?
No lo sabia, solo sabia que le apetecia llorar, que las lagrimas salian de sus ojos sin motivo...
Pero todos esos percances que tan grandes le parecian solo eran tonterias, o al menos asi lo veia.
Aun asi tenia tantas ganas de echarse a dormir....
Desde su rincon del ciberespacio:
Airam, el Angel Nocturno.
