EL DUENDE
Os voy a contar una historia, es la historia de un pequeño duende que se escondía en un rincón.
El rincón del duende era pequeño y oscuro, con una pequeña ventanita al mundo a la que se asomaba de vez en cuando y desde fuera parecía un bichito pegado al cristal.
En ese rincón no entraba nadie, de vez en cuando alguien se asomaba pero no entraba. Escondido en su rincón el bichito ni dañaba ni le dañaban. En ese rincón el bichito tenía un espacio pequeñito para observar que pasaba y dar su opinión, pero era un rinconcito pequeño sin demasiada importancia. En su rincón el bichito estaba solo.
Un día en la pequeña ventana del bichito apareció un pequeño búho.
El bichito se escondio, asustado de que el buhito se asomara a la ventana. El buhito dio vueltas y vueltas hasta que descubrio que el pequeño bichito asomado a la ventana era en realidad un duende que no quería salir otra vez de la oscuridad de su rincón.
Entonces el buhito abrio un pequeño agujero en la pared del rincón del duendecito y lo obligo a salir.
El duende, timido y asustado, salio lentamente de aquel oscuro rincón donde se escondía por que sentía curiosidad por el buhito que entraba y salia de su rincón y que la animaba a salir del rinconcito donde se escondía.
El duendecillo salio de ese rincón acompañada
Con el paso del tiempo el duende descubrio que no quería volver a estar solo en su rincón., que le daba miedo perder al buhito.
Le daba tanto miedo volver solo a su rincón que no se daba cuenta que le hacia daño al buhito.
El buhito, al ver que le hacian daño quiso cerrar el agujero.
Entonces el duende se dio cuenta de que hacia tiempo que le daba miedo volver al rincón oscuro en el que durante años había estado, por que estaba solo y los monstruos acechaban en el armario, le daba miedo volver a su rincón y a ser para el resto el bichito pegado a la ventana, por si el buhito no volvía, por si al volver al rincón estaba de nuevo solo y sin comunicación con el buhito y su guarida, por si al entrar en el rincón no podía volver a salir.
El buhito le obligo a volver a su rincón y el duende se dio cuenta de cuanto daño le había hecho sin darse cuenta de ello. Entonces quiso entrar de nuevo en su rincón volver de nuevo a ser el bichito de la ventana que se escondía pegado a la pared para no hacerle mas daño al buhito.
Pero no quería estar solo, le daba miedo.
El duende se había acostumbrado a que el buhito entrara y saliera de su rincón y que no la confundiera con un bichito, se había acostumbrado a encontrarle en la ventana.
No sabia como arreglarlo, pero decidido a hacerlo el duende salio de su rinconcito de nuevo para ir a la guarida del buhito. Una vez allí le informo que volvía solo a su rincón por que no quería dañarle y que como no sabia como hacerlo la mejor manera era volver a estar solito en su rincón y cerrar de nuevo todo.
Hablaron mucho el duende y el buhito y buscaron una solución al problema
La encontraron pero al duende le daba miedo volver a hacer daño al buhito
Entonces el buhito se fue con el duende a su rincón y le demostró que en el armario no había monstruos y que en el rincón no estaba tan solo pero que el tambien tenia que volver de vez en cuando a su guarida para coger fuerzas pero que cuando estuviera en su guarida el duende podía ir a poner un mensaje, que no tuviera miedo que cuando los monstruos del armario quisieran salir el estaría en la ventana y le consolaría del susto.
El duende se quedo tranquilo al saber que el buhito estaría ahí, pequeño y despeluchado, como el día en que entro en su rincón y supo que haciendo lo que realmente debía hacer realmente podría estar con ese buhito el resto de su vida.
Desde su rincón del ciberespacio
Airam, el Angel Nocturno
1 comentario
xiluso -
Bonita metafora de de la vida, que he podido observar demasiadas veces, hay relaciones que pueden llegar a anular a sus componentes.