FRIO DE INVIERNO
Se levanto con cara sueño y dolor de oidos. Ya no le daba importancia a ese dolor de oidos despues de dos semanas sufriéndolo. Miro el móvil, ningún mensaje, ninguna palabra de parte de su pareja.
Salió de casa cabizbaja con los oídos zumbando y cara de pocos amigos. El metro atestado como todos los días.
Había días en los que echaba de menos los primeros meses de relación cuando recibia mensajitos sin motivo... Había días que sentía que no le importaba.
Era egoísta, lo sabía. Era egoísta pedirle más atención, sabía que estaba liado en el trabajo, que se estaba sacando el carnet y que se acordaba de ella aunque no la llamara, ni le pusiera un mensaje, ni le importara no verse... Se sentía un poco abandonada, como un indigente mendigando un poco de tiempo, y se lo había dicho. Le había dicho que se sentía un poco abandonada, que quería verle un poco más a menudo, pero parecía no importar.
El trabajo de la mañana estaba resultando infructuoso, la sensación de no servir para nada, la frustración de saber que se vale para algo más de lo que se esta haciendo, no ayudaba precisamente a sentirse a gusto en el puesto de trabajo.
Las horas pasaban lentas sintiéndose desaprovechada , sin ganas de nada, matando el tiempo sin poder hacer nada de provecho: Ni estudiar, ni escribir, ni leer... Solo pensar en las cosas que no debía.
En las últimas semanas habian tenido una bronca importante. Le había dolido el corazón esa tarde, un dolor sordo le oprimia el pecho mientras le escuchaba hablar y se gritaban burradas.
Dudas invadían su pequeño corazón aunque no quísiera Dudas sobre sus sentimientos. No los de ella, estaba más segura que nunca de que queria pasar el resto de su vida a su lado, de que le amaba, si no de los de él. Había veces en las que no estaba segura de que la quisiera, dudas que desaparecían automaticamente en el momento de verse y estar juntos,pero que volvían a la carga en cuanto estaba un poco deprimida y su mente divagaba.
No sabía a que venían esas dudas y le dolía que esos pensamientos vinieran a incordiar en algo de lo que estaba segura: Lo mucho que le quería. El no poder suprimirlos lo hacia más doloroso aún, aunque supiera que esas dudas desaparecerían si no se sintiera tan abandonada a veces.
Como escocia el no tener noticias suyas si no era ella la que llamaba la mayoria de las veces. Le dolia no saber cuando iban a hablar ni cuando se iban a ver.
La mente humana, cuando tiene una duda y tiempo para divagar le da por sacar conclusiones estupídas para darle explicación. Cuando se ponia a darle vueltas a la situación terminaba por pensar cosas que no se correspondian con la realidad, que dolían por que le hacían preguntarse si no estaría viendo lo que queria ver en vez de la realidad. Conclusiones que no queria ni considerar: Que no la quería, que solo estaban juntos por el sexo, que se habia acostumbrado a ella o que solo se habia interesado por ese bichito por que tenia un cuerpo bonito... Ninguna de esas conclusiones le gustaba o le daba ánimos. La peor de todas era la de que estaba con ella por pura costumbre, no por que la hubiera querido alguna vez. Cuando esa consideracióm le entraban ganas de gritar o de llorar.. Por algún motivo idiota no se lo habia preguntado nunca. No le había contado esas conclusiones por no dañarle, por no encontrarse un respuesta que no quería. Así pasaban los días con esas estúpidas angustias que no llevaban a ningun sitio y que la hacían sentirse más idiota de lo que era.
Ganas de llamarle sin motivo, solo para quitarse las dudas, para oír su voz.
Ese lunes estaba especialmente sensible, mucho más de lo habitual en ella.
Quería abrazarle, sentirse segura entre sus brazos y que le susurrara al oído lo mucho que la queria y que la echaba de menos.
Que le iba a hacer si estaba enamorada de él como una burra y no le apetecia ni pensar en otra persona.¿Por qué si era feliz con él tenia que pensar en otra persona a pesar de todas las dudas y miedos?
Esa mañana se pregutaba por qué no le contaba todo eso a él y se quitaba de encima todas sus miserables dudas.
Buscaba de nuevo trabajo en Internet mientras su mente divagaba por esos derroteros y hacia que su humor se volviera mas taciturno y peor
Notaba que en los últimos meses estaba más sensible de lo normal, que todo la afectaba a lo grande y tenia ganas de llorar mucho más de lo que a ella le gustaba.
Que ganas de abrazarle y verle siempre que quisiera sin necesidad de recorrerse medio Madrid para hacerlo y estar media hora. Ganas de hablar con él mientras cenaban y no por teléfono, de dormirse en el sofá debajo de su brazo y despertar y ver su carita de niño.
Ganas de llorar otra vez mientra miraba el ordenador y la pantalla del móvil de soslayo, esperando una llamada suya o un mensaje cariñoso sin venir a cuento, verle sin necesidad de pedirselo..
Todo eso se lo habia dicho ya, pero la llegada del frío ese año habia hecho que se pusiera enferma con los oídos y querer mas atención y más mimos por su parte.
Se sentia mal por quererlo, se sentia egoísta por eso, por pedirle un tiempo que no tenía, por pensar que no quería darselo cuando no era así.
La llegada del frio del invierno la había puesto sensible y quería cosas que no podian ser.
Tal vez podrian ser al día siguiente o al otro, un mensaje con un "Te quiero" o "Te echo de menos" ... Que día más largo.
Era un lunes de finales de Noviembre y definitivamente se acercaba el frío del invierno.
Que ganas de que lo que la agobiaba cambiara realmente, que ganas de hacer algunos de sus sueños realidad
Pero eso seria tal vez mañana, ¿o no? Todavia le quedaba la tarde de ese frio lunes,trabajando para que el dia se arreglara... Mientra seguiria soñando despierta con cosas que no podian ser de momento bajo el plomizo sol de Noviembre.
Desde su rincon del ciberespacio:
Airam, el Angel Nocturno.
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mara -