LLUVIA
Ahora con la llegada de mi estación favorita,llegan también las lluvias.Pero las lluvias sin tormentas.No me gustan las tormentas,me dan un miedo cerval,uno de esos miedos que es completamente irracional.Un miedo que no puedes controlar ni evitar...Las lluvias,me encantan las lluvias.Sentir sobre mí las gotas deslizarse lentamente,mientras los demás corren a protegerse de ellas.Cuando llueve me siento relajada.
Hago cosas un poco estúpidas cuando llueve,como pasear durante horas.
Madrid se convierte en un caos cuando llueve,todo el mundo se queja del mal tiempo.Pero lo curioso es que nadie se detiene a ver la ciudad mientras la lluvia cae sobre ella.Los edificios del centro se tornan brillantes con todas las fachadas mojadas y la luz difusa del día nublado.Las calles están mas despejadas y el olor a mojado se mete por las fosas nasales...Un olor que a mi recuerda la libertad de la adolescencia,o la inocencia de la niñez,cuando todo es mucho mas sencillo.
Paseo durante horas por las calles mojadas sin paraguas, y la lluvia,fría y relajante,cae sobre mi cabeza resbalando por mi cara y cuello,empapándome las ropas,invitándome a recordar y a pensar...
También me gusta sentarme a escuchar el sonido de su repiqueteo sobre las baldosas del suelo,tumbada en la cama,con la oscuridad envolviéndome,la música sonando en el equipo de forma baja y modulada,sentarme a ver las gotas resbalar por los cristales de mi habitación,imaginar donde han estado y viajado antes de convertirse en lluvia.
A mi me ayuda a pensar,el rumor del agua cayendo lentamente por la ciudad,y mi mente se adentra en lugares donde normalmente no entra.Divaga,flotando en el sonido del agua,sobre encuentros amorosos,momentos románticos que nunca se cumplirán excepto en la mente desconectada.
Encuentro la lluvia romántica,la asocio a lo bueno de la vida,aunque muchos de los peores momentos de mi vida han acontecido mientras la lluvia actuaba de testigo.Cuando llueve de noche todavía me gusta mas.La noche es para mi el mejor momento del día,si lo sumamos a uno de mis mayores placeres,encuentro el momento mas relajante del día sin salir de Madrid.
Recuerdo cosas pasadas mientras las frías gotas golpean los cristales y los empañan,cosas que mi mente guarda de forma profunda y no deja salir excepto en los momentos de mayor relax,cuando he conseguido introducirme en el castillo particular de mi memoria.
Me gusta la sensación de limpieza que la lluvia deja en mi cuerpo,ver los largos mechones de mi cabello oscuro pegados en la pálida piel de mi cara,las gotas prendidas en mis pestañas que han conseguido saltar la barrera de los cristales de mis gafas,me encanta la sensación de las gotas que se deslizan por la espalda después de haberse colado por el cuello de la camisa...
También tengo que reconocer que cuando llueve me encuentro con la guardia baja.Mis sentimientos afloran con mayor facilidad,con la misma facilidad con que lo hacen de madrugada o cuando me tomo un par de cervezas mas de las debidas en compañía de gente de confianza.
Una escena que siempre he deseado protagonizar,una escena que mi mente imagina con asiduidad,es una pareja de noche,sin paraguas,ella sin un abrigo adecuado temblando bajo el frió,el pasando su brazo alredor de su cintura,pegando mas al cuerpo la ropa oscura.Ella se da la vuelta y se refleja en sus ojos.El alza la mano y le limpia unas gotas de la cara.El murmullo se esconde en la lluvia que cae.Un murmullo que da paso a un beso dulce,tierno,un beso de amor.Un murmullo que suena a un te quiero...
Se despide:
Airam,el Ángel Nocturno.
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Saray -